jueves, 31 de marzo de 2011

Nadie silba, nadie canta...

He reconsiderado mi sentimiento por los aparatitos y corregiré el modo de formular observaciones al respecto. Ante la tan peculiar manifestación de prescindencia que el 31 se hará de los mismos confieso que poco y nada tengo en contra de esa cosa. Esa cosa tan buena que mirada de lejos nos hace presumir comunicación en tanta gente que habla sola. Sin el fantástico e invisible adminículo nadie se atrevería a caminar dando gritos, impartiendo indicaciones domésticas, comentando el clima, confesando amor, justificando ausencias o recriminando demoras. Pocos años atrás se lo habría tomado por loco. Hoy en cambio entendemos que no está chiflado quien anda por la calle haciendo gestos.... A menos que lo haga acompañado y dispute o manifieste con énfasis su odio, aprecio , disgusto o descontento a un tertuliano en serio, efectivo, Eso sí que es ridiculo, escandaloso, histriónico, desubicado, obsceno....

Vacancia

Disculpenme la renuencia, es de carácter total agrego si me refuerza. No tengo ganas de nada, padezco la somnolencia de una apatía global. Sospecho será el otoño, la añoranza, el malestar o el maremoto insular. No sé, a lo mejor es edad, el desdén de las muchachas, la "aporofobia" social.
Será la incomodidad, la soledad, el silencio, para mí todo anda mal. Quizá es que no me baño con mayor asiduidad, tenía razón mamá. Quiza sea eso no más. Dispénsen la grosería de mi desanimosidad.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Sí, no te fíes de la gratitud de los ofendidos, no.

La vida austera

La vida austera

A Marina y Juan Javier:

Quiero andar en crucero
Lleno de culos y tetas
blandiendo en mi camiseta
tres agujeros discretos
Quiero miradas inquietas
sonrisas, caricias, besos
mucho entrevero secreto
mucho mar, labio, pileta.
Quiero una playa soleada
con panamá y reposera
un ananá con cachaza
una blanca guayabera
y una escuadra de enfermeras
desnudas que bailan cumbia
Quiero un bohío de cañas
Coco, ron, brisa y palmera
y quiero una noche entera
de jadeos y arrumacos
al rescoldo del sagrario
de la gorda pasajera
de la luna, de la luna, de la luna
ungido por el sudario
de la ola, de la ola,
de la ola volvedera
Yo quiero una vida austera
hecha minúsculo instante
con mil abrazos rampantes
tejidos de primaveras.