lunes, 22 de noviembre de 2010

"Es como gente de distinta raza"

Llueve y en la campiña los agricultores se sientan en las galerías a mirar como Dios trabaja. Los albañiles en cambio están de vagos, porque del hormigón no brota nada. Alguien protesta: esa no es la idea que tenemos del trabajo. No crea, respondo, poco hay mas afanoso que el entusiasmo y la desesperanza siempre es una holgazana. La misma estúpida razón que alienta al operario a sostener que Diós a muerto es la que inspira al campesino a porfiar que Dios existe. Odio a los albañiles, es una raza bullanguera que martiriza con piedritas a los transeuntes y ahuyenta a las mujeres con pajarerías desde los andamios, pero hay que tipificar al oponente, es necesario.

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